Por RAFAEL MÉNDEZ - Madrid
EL PAÍS - Última - 25-11-2004
Vicenta Burgo ha tenido por fin una alegría. Una juez de Madrid ha sentenciado que debe ser indemnizada como si fuera la madre de su nieto, Borja León, que falleció con 19 años en un accidente de tráfico. Vicenta cuidó de Borja desde que nació. Su madre era toxicómana y murió de sobredosis cuando el niño tenía cinco años. La juez afirma que Vicenta actuó siempre como "una verdadera madre", aunque su caso no está contemplado por la ley.
El rostro de Vicenta, de 62 años, refleja una vida dura. Ha trabajado desde que, con 16 años, llegó a Madrid procedente de Zamora. "He sido cocinera, frutera..., de todo". Tuvo una hija, Susana, que con 19 años se enganchó a la heroína y poco después dio a luz a un niño al que llamó Borja. Era 1984. "Desde que nació, yo me hice cargo porque mi hija no podía. Ella y mi yerno estaban a sus líos, a sacarme dinero si podían. Yo intentaba convencer a mi hija de que lo dejara por el niño. 'Mamá, si yo sé que va a estar mejor contigo', me decía". A Vicenta le cuesta seguir.
En 1989 su hija falleció de sobredosis y tres años después murió el padre de Borja por la misma causa. Borja vivió una vida normal ("siempre riendo, con amigos, se metía a todo el mundo en el bolsillo") hasta el 25 de agosto de 2003.
Ese día, cogió su ciclomotor nuevo y se fue a ver a un amigo antes de entrar en la cristalería en la que había encontrado trabajo tres meses antes. Según la sentencia, un hombre que conducía un automóvil por la calle Francos Rodríguez, "de forma sorpresiva [...] realizó un cambio de sentido [...] prohibido". Eran las tres de la tarde y la calle estaba casi desierta. El conductor declaró que no vio la moto. Borja se estampó contra la puerta del coche y cuatro días después falleció en el hospital.
A Vicenta le correspondía una indemnización de 22.569 euros, la que fija para los abuelos la ley sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos. Pero ella sentía que no era justo. "Borja era mi hijo. No es que tuviéramos una relación estrecha, es que era mi hijo", afirma nerviosa al contar la historia.
Vicenta acudió al abogado Daniel Onrubia. "Intentamos negociar con la compañía de seguros del conductor, pero se negó en redondo. Le advertí a Vicenta de que no iba a ser fácil ganar el caso, pero decidimos pedir la indemnización de 82.750 euros, lo que le corresponde a una madre que pierde un hijo en accidente", explica Onrubia.
El juicio de faltas se celebró el 1 de junio de 2004 en el Juzgado de Instrucción número 28 de Madrid. Onrubia intentó sortear la norma: "Las indemnizaciones no se pueden conceder como si fuese una tabla de multiplicar fija. Debe haber margen de maniobra en ciertos casos extremos, como el de Vicenta, de los que hay muy pocos".
La magistrada, Ana Victoria Revuelta, sentenció el 12 de noviembre que la relación de Vicenta con su nieto "es equivalente a la de una madre, puesto que si no lo fue desde la perspectiva biológica [...], sí lo ha sido desde el punto de vista de hacerse cargo de su nieto como una madre".
La juez invoca en la sentencia (contra la que cabe recurso) el artículo 4.1 del Código Civil, que habla de aplicar la ley a situaciones análogas a las que explícitamente se contemplan.Vicenta no acaba de creerse que por fin tenga una buena noticia. "Ya veremos, ya veremos si al final me indemnizan", recela. Desde la muerte de Borja se ha apuntado a natación y da paseos para evadirse. Cuando sale a la calle mira al cielo y le pide a Borja que le cuide la casa. Como haría una madre.